La tecnología continúa inmersa en su imparable avance con el único objetivo de facilitar lo máximo posible la vida de los usuarios. En productos como las televisiones o los smartphones es dónde más progresos estamos viendo en los últimos tiempos y parece ser que la tendencia a seguir son las pantallas curvas o flexibles.
Pero por mucho que imaginemos cuál será el siguiente dispositivo que se lanzará al mercado, la realidad siempre supera a la ficción y así lo ha demostrado LG. La compañía ha aprovechado la tecnología OLED para desarrollar un televisor que podemos pegar a la pared como si se tratase de un simple imán o pegatina.
LG se ha puesto a la cabeza como investigador de este tecnología OLED flexible aunque son cada vez más las marcas que están apostando por recurrir a estos avances en las pantallas de sus dispositivos, especialmente en el mundo de la televisión.
Sony, Samsung (lanzará previsiblemente en 2016 un teléfono completamente flexible) y el propio LG han mostrado ya los beneficios y el mundo de posibilidades que ofrece una pantalla flexible por lo que todo apunta que el futuro de smartphones, tabletas y televisores se mueva por estas lindes.
Con un tamaño de 55 pulgadas y un peso de 1,9 kilos, este televisor puede adherirse de forma sencilla a cualquier superficie gracias a un sistema de imanes. Con apenas 0,97 milímetros de espesor, se presenta como uno de los dispositivos más avanzados en este campo.
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