Todavía existe la creencia de que “dar un buen servicio al cliente” es sinónimo de lo que en marketing se ha venido en llamar “Customer centric”, pero nada más lejos de la realidad. Convertir a tus mejores clientes en el centro de tus estrategias de marketing y ventas es más complejo de lo que parece.
La estrategia customer centric: principales retos
El cambio de poder entre marcas y clientes comenzó durante la recesión económica. Los clientes se hicieron más selectivos con respecto a qué marca elegían a la hora de gastar su dinero. Las marcas “ganadoras” fueron aquellas que trataron a sus clientes con respeto, con un gran servicio, y construyeron una relación con ellos que todavía existe hoy en día.
A la vez que se sufría la recesión, las redes sociales entraron en escena con fuerza y el móvil se convirtió en una parte importante del viaje del cliente. Ahora, los clientes pueden comparar productos y servicios en tiempo real y a través de múltiples dispositivos, lo que ha representado un gran desafío para muchas marcas.
Diversos estudios han concluido que muchas compañías se encuentran en una lucha constante con este cambio y son incapaces de convertirse en una organización centrada en el cliente – contando con un reto incluso mayor: no son capaces de compartir información de los clientes a través de los departamentos.
Las 4 mejores prácticas de customer centric
Aquella marca que esté centrada en el cliente, creará productos, procesos, políticas y una cultura que esté diseñada para apoyar a los consumidores.
A continuación, os dejamos cuatro de las mejores prácticas customer centric:
1. Es importante creer que, sin el cliente, no se puede tener éxito en los negocios (lo cual es cierto) y, además, intentar ver el mundo a través de sus ojos. Los vendedores dentro de las organizaciones centradas en el cliente entienden lo que los clientes desean y usan los datos relevantes para captar ideas y compartirlas en toda la organización.
2. Hay que centrarse en lo que el cliente quiere y necesita, desarrollando productos y servicios alrededor de ello.
3. Construir relaciones diseñadas para maximizar la experiencia de producto y servicio del cliente es vital.
4. Se debe analizar, planificar e implementar una estrategia de clientes cuidadosamente formulada que se centre en crear y mantener clientes rentables y leales.
Convertirse en una organización centrada en el cliente es el Santo Grial para desbloquear el verdadero potencial del valor del cliente. ¿Te animas a poner en marcha esta estrategia?
Colaboración: www.marketingdirecto.com